Estamos ante uno de los grandes avances científicos de la Neurorrehabilitación.
Mediante pequeños impulsos eléctricos que el paciente apenas nota, se consigue aumentar o disminuir la actividad cerebral de una zona concreta consiguiendo regular su actividad, ya que la propia comunicación entre neuronas se realiza por una activación eléctrica.
Esta activación consigue impulsar el potencial de esa parte del cerebro para trabajarla mediante ejercicios mentales que involucren ese mismo área. Podrás observar como el trabajo mental se vuelve menos costoso, como las capacidades cognitivas se incrementan y su efecto dura hasta algunas horas después pudiendo reforzarlo mediante ejercicios que se pueden realizar en casa.
Este tipo de intervención literalmente despierta las neuronas para que se pongan a trabajar, por lo que es de mucha ayuda en casos de demencia, alzheimer, autismo, parálisis cerebral, alteraciones emocionales, recuperación tras un daño cerebral, TDA-h, trastornos del lenguaje y otras muchas patologías.
La situación donde se colocan los emisores y la tarea a realizar mientras se produce la estimulación depende del Mapeo Cerebral realizado previamente, ya que sin este estudio previo es imposible saber la localización exacta donde deben posicionarse los estimuladores.